Pinta tu alma de colores y haz que tu mente este a tu servicio
El mándala tiene su origen en la india y su nombre en sánscrito significa Rueda o Círculo Sagrado, aunque podemos observar que hay un sin número de formas geométricas para realizar los mándalas, según los budistas se utilizan para meditar, ya que este camino trazado es personalizado donde cada estructura lineal, circular, triangular, espiral, en cruz, en estrella con picos o pétalos, o como la diseñe la mente será la vía de conexión entre la persona y la divinidad, donde encuentras serenidad y equilibrio, unión y paz, además que diseñar y pintar un mándala nos da información de acuerdo a los colores que utilizas y a los trazos en líneas gruesas o delgadas de la personalidad por lo que es muy enriquecedor darse la oportunidad de aprender a meditar de una manera fácil y accesible, entrar a la mente sutilmente sin resistencias.
Carl Gustav Jung desde la perspectiva psicológica nos habla de los mándalas acerca de una información trascendental con realidades no visibles ni verbales pero que nuestros sentidos pueden interpretarlo como una idea, un pensamiento, un mensaje, un sentimiento, una emoción ya que está hablando lo más profundo de nuestro ser, él mándala está íntimamente relacionado el individuo con el “sí mismo” y nos muestra nuestro desarrollo psíquico e individual donde expresa lo vivido en esos momentos, es una manera de sintetizar sus sentires, donde el yo es como si fuera la conciencia y el “Sí mismo” es el puente entre el consciente y el inconsciente, el “Sí mismo” es el alma inagotable, infinita, ilimitada aquella que puede fundirse con el universo.
Según Jung los mándalas deberán ser espontáneos, no repetitivos, ni artificiales, ni copiados, psicológicamente buscamos información de ese proceso creativo, ya que se mueven procesos psíquicos en donde los conflictos se plasman en la creación de un mándala pues se hacen visibles las emociones y situaciones mentales del individuo de forma que se puedan trabajar a través de ella y comunicarnos con nuestra parte interna y sensible para conocernos mejor.
Atrévete a inventar tu propio mándala, día a día y observa que sucede después de una semana, que no te preocupe si esta bonito o si es una obra de arte, solo permite a tu mente florecer tu creatividad, utiliza colores y formas que intuitivamente le guíen, ya que estarás plasmando tu historia personal de ese momento. Si te encuentras en una situación desesperada, triste, preocupada, enojada, contenta y con esperanza, dibuja mándalas y conócete un poco más de ti.