Cuando hablamos de meditación inherentemente hablaremos de la mente como instrumento necesario para la meditación, deberemos distinguir como esta nuestra mente en estos momentos, si es una mente negativa, una mente neutral o una mente positiva, identificarlas puede ser un proceso largo o corto dependiendo de nuestra autoobservación y es nuestra responsabilidad hacerla consciente de sus procesos mentales. Entonces meditamos en nuestros adentros, pero estamos atentos de lo que sucede afuera, sin que esto nos perturbe, somos inamovibles de los pensamientos que se pasean en nuestra mente porque sabemos que están ahí, las emociones que se generen con esos pensamientos determinaran la forma en como veo la vida, con dolor, con sufrimiento, con queja o bien con posibilidades de hacer cambios para mejorarla.

La emoción puede verse con devoción o conmoción, si es con devoción no tendremos dolor pero si es con conmoción se volverá un problema porque hay una interpretación ya sea de tristeza, enojo, preocupación o sufrimiento, con lo que se formara un patrón, después un hábito y una forma de vida y luego esta manera de ver la vida será la que tome las riendas por eso es muy importante meditar porque es un proceso de limpieza en la mente y nos permite ser los observadores conscientes para generar una nueva forma de vida.

¿Cómo meditar? Has observado que tu mente no está quieta, no para, inventa y reinventa, habla y sigue hablando, no hay un espacio entre tú y tu mente los pensamientos te llegan a ti y tú los interpretas de acuerdo a tus creencias, hay una constante lucha entre la devoción y la conmoción, cuando eso vaya disminuyendo y tu empieces a encontrar espacios vacíos entre tu mente y tu…eso es meditación.

La meditación es el arte de romper hábitos para purificar la mente y para cuidar los asuntos cotidianos.